La percepción que tengo del mundo que me rodea es que nuestros contextos (medios de comunicación, Internet, etc.) y situaciones (procesos de globalización, construcción de relaciones interpersonales, etc.) cambian constantemente. Es por eso que observo que la manera que tenemos de edificar espacios (sean reales o virtuales), de recorrerlos, de construirnos y de reconocernos, también cambia, así como nuestras definiciones de identidad.
Esto me lleva a reflexionar sobre cómo reaccionamos las personas ante los estímulos del cambio, cómo nos adecuamos a estas nuevas realidades, dónde y cómo habitamos, qué espacios queremos encontrar frente a nuestra necesidad de tener un lugar cada vez más personalizado.
Mi trabajo intenta construir espacios que hacen referencia a la memoria urbana colectiva, esta es útil para la producción de ensamblajes distintos entre sí. La memoria es también la que muchas veces, ya sea individual o colectiva, genera conciencias de identidad. La construcción de mi trabajo se organiza a partir de procesos como: el reciclaje de imágenes, la reconstrucción y la resignificación.
El objetivo de estos procesos es transformar, generar nuevos sistemas y ordenamientos que por medio de un proceso lúdico de construcción, exalte la complejidad, la contradicción, el desplazamiento en la función o significado y la forma, buscando conectar lo interior con lo exterior, el espacio público con el privado, lo real y lo ficticio, en una estructura mutable.
El proceso de construcción que planteo sugiere que el trabajo podría seguirse interviniendo en referencia a como la identidad es dinámica y siempre esta en constante mutación y es ahí donde radica la utilidad del mismo. A nivel formal mi obra se construye superponiendo técnicas, la fotografía, que sigue evocando realidad o como registro de algo existente, el dibujo, con el puedo alcanzar un nivel de detalle necesario en mis estructuras, la pintura, que me permite construir el color al que quiero llegar o el grabado, con el que puedo agilizar los procesos de repetición. Considero necesario el uso de estas para la elaboración del tipo de imagen que propongo.
La fragmentación y las marcas de una superposición son registro de las prácticas de elaboración de la obra a través del tiempo.
Mi proyecto plantea la construcción de un paisaje en el que las múltiples conexiones que surgen del superponer realidades diversas generan que los significados originales pasen a resignificarse y a cambiar de función. Por todo ello la propuesta es una reconstrucción de la memoria para la creación de un nuevo paisaje, una memoria del paisaje urbano para la construcción de alguna identidad.
Esto me lleva a reflexionar sobre cómo reaccionamos las personas ante los estímulos del cambio, cómo nos adecuamos a estas nuevas realidades, dónde y cómo habitamos, qué espacios queremos encontrar frente a nuestra necesidad de tener un lugar cada vez más personalizado.
Mi trabajo intenta construir espacios que hacen referencia a la memoria urbana colectiva, esta es útil para la producción de ensamblajes distintos entre sí. La memoria es también la que muchas veces, ya sea individual o colectiva, genera conciencias de identidad. La construcción de mi trabajo se organiza a partir de procesos como: el reciclaje de imágenes, la reconstrucción y la resignificación.
El objetivo de estos procesos es transformar, generar nuevos sistemas y ordenamientos que por medio de un proceso lúdico de construcción, exalte la complejidad, la contradicción, el desplazamiento en la función o significado y la forma, buscando conectar lo interior con lo exterior, el espacio público con el privado, lo real y lo ficticio, en una estructura mutable.
El proceso de construcción que planteo sugiere que el trabajo podría seguirse interviniendo en referencia a como la identidad es dinámica y siempre esta en constante mutación y es ahí donde radica la utilidad del mismo. A nivel formal mi obra se construye superponiendo técnicas, la fotografía, que sigue evocando realidad o como registro de algo existente, el dibujo, con el puedo alcanzar un nivel de detalle necesario en mis estructuras, la pintura, que me permite construir el color al que quiero llegar o el grabado, con el que puedo agilizar los procesos de repetición. Considero necesario el uso de estas para la elaboración del tipo de imagen que propongo.
La fragmentación y las marcas de una superposición son registro de las prácticas de elaboración de la obra a través del tiempo.
Mi proyecto plantea la construcción de un paisaje en el que las múltiples conexiones que surgen del superponer realidades diversas generan que los significados originales pasen a resignificarse y a cambiar de función. Por todo ello la propuesta es una reconstrucción de la memoria para la creación de un nuevo paisaje, una memoria del paisaje urbano para la construcción de alguna identidad.